El zoológico de Kansas City informó que el oso polar más viejo en cautiverio de EE.UU., y posiblemente del mundo, murió a los 33 años tras presentar graves quebrantos de salud.
El animal, conocido como Berlín, venía registrando varias dolencias y los cuidadores del zoológico decidieron dormirlo para siempre para evitar que siguiera sufriendo.
Este oso polar nació el 11 de diciembre de 1989 en el zoológico de Cincinnati y fue nombrado así tras la caída del muro de Berlín.
Las autoridades lo trasladaron al Zoológico del Lago Superior en Duluth (Minnesota), pero luego de una grave inundación lo rescataron en una pared de las instalaciones.
De esta forma, Berlín fue llevado en 2012 a otro zoológico en la ciudad de Kansas en donde pasó los últimos años bajo el cuidado de especialistas.
Este oso ganó un gran reconocimiento a nivel mundial por su gran longevidad, hasta el punto de que se convirtió en un embajador de su especie en todo el planeta.
“Berlín fue un querido embajador de su especie y ayudó a contribuir a la investigación que ha beneficiado a la población de osos polares salvajes”, indicó Kansas City Zoo.
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Las personas que lo cuidaron aseguraron que Berlín tenía una personalidad “inteligente y descarada”, pero se ganó el corazón de todos los funcionarios del zoológico y de los visitantes.
Con el paso de los años Berlín se ganó el reconocimiento como uno de los osos polares más viejos en cautiverio del planeta. Sin embargo, los años le pasaron factura y empezó a sufrir de hipertensión e insuficiencia renal.
“Berlín fue el oso polar más antiguo en cuidado humano en los Estados Unidos, y quizás en Norteamérica; lo que es un testimonio de la extraordinaria atención que recibió de sus equipos de cuidado animal y salud veterinaria”, destacaron sus cuidadores.
A sus 33 años, sus condiciones de salud empeoraron tanto que los especialistas no tuvieron otra opción que tomar la difícil decisión de sacrificarlo para que no sufriera más.
“Las opciones de tratamiento se habían agotado; por lo que se tomó la difícil decisión de sacrificarlo”, indicó el zoológico.
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Debido al legado que dejó este oso polar para la ciudad, las directivas del zoológico de Kansas anunciaron que abrirán un fondo para recaudar dinero y destinarlo al cuidado de esta especie en el mundo.
A través de esta acción, el recinto buscará mantener en alto la memoria del adorable oso polar que se robó el corazón de más de una persona en EE.UU.
“Haremos una contribución anual del Fondo de Conservación del Zoológico a Polar Bears International en memoria de Berlín para ayudar a conservar esta sorprendente y vulnerable especial y su hábitat en la naturaleza”, indicó.
Finalmente, la comunidad científica ha venido advirtiendo que el cambio climático podría hacer que los osos polares se extingan antes de finalizar este siglo; por lo que esta especie se encuentra en un latente peligro en el circulo polar ártico.
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