Un equipo de científicos de la Universidad de Washington logró documentar una nueva población de osos en el sureste de Groenlandia que podría arrojar indicios sobre el futuro de esta especie en medio del deshielo en el Ártico.
Los investigadores destacaron que esta población de osos se ha adaptado de una forma única a estos efectos del cambio climático y se logró identificar que es genéticamente diferente a otros ejemplares.
“Queríamos estudiar esta región porque no sabíamos mucho sobre los osos polares del sureste de Groenlandia, pero nunca esperamos encontrar una nueva subpoblación viviendo allí”, explicó Kristin Laidre, autora principal del estudio y científica polar de la Universidad de Washington.
Precisamente, la comunidad científica ha venido advirtiendo que el cambio climático podría hacer que los osos se extingan antes de finalizar este siglo, por lo que estudiar esta subpoblación brindará información valiosa sobre el Ártico.
“Esta población nos dará una idea de cómo podría persistir la especie en el futuro, aunque debemos tener cuidado al extrapolar los hallazgos, porque el hielo glaciar que hace posible la supervivencia de los osos del sureste de Groenlandia no está disponible en la mayor parte del Ártico”, indicó Laidre.

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La investigadora genetista de la Universidad de California, Beth Shapiro, destacó que estos osos polares son una de las poblaciones más aisladas genéticamente del planeta pero han venido adaptándose a diferentes escenarios climáticos ante el incremento del deshielo.
“Sabemos que esta población ha estado viviendo separada de otras poblaciones de osos polares durante al menos varios cientos de años, y que el tamaño de su población durante todo este tiempo se ha mantenido pequeño”, indicó Shapiro.
Los hallazgos
El estudio publicado en la revista Science reseña que una de las razones por las que estos osos polares son únicos es que se encuentran en una zona completamente aislada por montañas escarpadas, enormes capas de hielo y con un acceso a las aguas del estrecho de Dinamarca y la corriente este de Groenlandia.
De esta forma, el equipo de científicos analizó los datos recolectados durante siete años en esta zona para combinarla con otra información recopilada durante más de tres décadas en el Ártico.
Esto les permitió descubrir que unas hembras adultas no se movían de esta zona del sudeste del Groenlandia a diferencia de otros osos polares que viajan largas distancias a través del hielo marino para cazar.
“Estos movimientos nos dan una idea de cómo podrían comportarse los osos de Groenlandia en futuros escenarios climáticos, ya que las condiciones del hielo marino actuales en el sureste de Groenlandia son similares a cómo será el noreste de Groenlandia a finales de este siglo”, explicó Laidre.
Los datos dan cuenta que unos 26.000 osos polares usan el hielo marino para cazar focas entre los meses de febrero y mayo; mientras que el resto del año se dedican a cazar desde pequeños icebergs que se van desprendiendo.
Una nueva adaptación
Lo que sorprendió a los científicos es que esta subpoblación ya se haya adaptado a sobrevivir a este escenario, lo cual podría sugerir que a futuro los osos polares podría usar los glaciares marinos para cazar a medida en que la superficie de hielo disminuye por cuenta del calentamiento global.
Los investigadores también destacaron que las hembras adultas son más pequeñas que las de otras regiones y tienen menos cachorros, probablemente ante la dificultad de conseguir pareja en medio de estas condiciones adversas.
“Lo que nos preocupa es la conservación de la especie. Nuestros resultados son esperanzadores: creo que nos muestran cómo algunos osos polares podrían persistir bajo el cambio climático”, concluyó Laidre.