Una niña de dos años ha sorprendido al tener una rana como mascota en su vivienda luego de que le insistiera a su madre que le comprara este anfibio.
Todo empezó cuando la pequeña Juliana Allon le pidió a su madre Brandie que adquirieran una rana arborícola blanca que habían visto en una tienda de mascotas en la ciudad de Panama (Florida).
La mujer quedó completamente asombrada porque usualmente los niños piden perros y gatos como mascota, pero su pequeña niña de dos años quería a este anfibio.
Ante la insistencia de la menor, esta madre decidió complacerla y fueron a adquirir a la rara para tenerla como mascota, por lo que terminaron pagando unos 40 dólares.
“Juliana se enamoró tan pronto como lo vio. La tienda dejó que ella lo recogiera y lo cargara. Entonces ella dijo: ‘¡Mami, por favor, por favor!’ y no pude decir que no”, indicó Brandie.
La niña rápidamente forjó una gran amistad con su rana hasta el punto de que no se separa de ella ni un solo segundo porque la acompaña a desayunar, ver televisión, jugar y salir a pasear.
La pequeña Juliana llamó a su mascota como George y se han convertido en grandes amigos hasta el punto de que ha sacado a la rana de paseo y la ha llevado a casa de su abuela.
“Simplemente gatea hasta la parte superior de su hombro y caminan juntos; se las arregla para no caerse de alguna manera”, indicó la mujer, que es madre de tres niños y se desempeña como agente de bienes raíces.
Una exótica mascota
Esta rana vive el dormitorio de Juliana en donde le fue adaptada una jaula que tiene una lámpara de calor, así como agua y comida.
Sin embargo, este anfibio no es la única mascota de esta familia ya que siempre han tenido un perro y un gato; así como una serie de mascotas más exóticas como una serpiente, un dragón barbudo y un gecko leopardo.
De esta forma, la niña alimenta a su rana con la misma dieta de gusanos que su dragón barbudo y su gecko; por lo que el cuidado de su nueva mascota no requiere ningún esfuerzo extra.
La familia y los veterinarios no han podido establecer el origen ni la edad que tiene esta rana debido a que fue dada en adopción. La única información que se tiene es que pertenece a una especie de rana que se encuentra en Australia y Nueva Zelanda.
“Se despierta y lo primero que dice es ‘rana bebé’: quiere abrazarlo de inmediato. Ella lo pone en el cochecito de bebé y lo pasea por la casa”, indicó la madre de la niña.
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Precisamente, con el paso de los meses han logrado comprobar el comportamiento de este anfibio debido a que cuando las ranas arborícolas blancas se sienten amenazadas o estresadas cambiar su color de verde a marrón oscuro y empiezan a hacer ruidos.
“Cuando ella lo levanta, se vuelve verde y turquesa, lo que significa que está feliz”, indicó Brandie.
El rol que ha tenido esta rana como mascota también ha servido para mejorar el comportamiento de la pequeña Juliana; quien ha entendido la responsabilidad de cuidar y proteger a su pequeño amigo.
“Animo a mis hijos diciéndoles que si aman a los animales y los cuidan con responsabilidad, pueden tener uno. Nunca pensé que tendríamos una rana como mascota”, indicó la madre.
Finalmente, la mujer ha tratado de enseñarle a su hija que no debe besar a la rana y constantemente tiene que lavarse las manos tras compartir con ella; ya que estos animales pueden tener salmonella.
“Cada animal tiene una personalidad diferente, pero si encuentras un alma como la de George, definitivamente te recomiendo que tengas una rana como mascota. Simplemente es un animalito feliz”, concluyó la madre.
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