Una investigación arrojó que los mosquitos localizan al ser humano gracias a que tienen la capacidad de diferenciar olores que retienen a través de un proceso en su cerebro.
Así lo dio a conocer una investigación de la revista Nature en la que se revela que los mosquitos a través de compuestos que conservan en sus cerebros pueden detectar el olor de las personas.
Los investigadores se dieron a la tarea de averiguar principalmente la estrategia de estos animales para detectar la zona a la que pretenden picar.
Cabe recordar que a través de esta clase de insectos voladores se transmite el zika, el dengue y la fiebre amarilla, conocida como Aedes aegypti, debido a que no discriminan ni muchos menos segmentan las diferentes clases de sangre.
En la publicación, se aclara que pretendían enfocarse en el cerebro de estos pequeños animales; destacando el asombro al descubrir patrones pocos conocidos en los mosquitos.
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¿Los mosquitos localizan al ser humano?
“Nos propusimos tratar de entender cómo estos mosquitos distinguen el olor humano y el de los animales”, dijo Carolyn McBride, la autora de la investigación.
A la medida en la que trabajaban durante el proyecto pudieron confirmar que este tipo de animales tienen en su cerebro un sistema de nervios denominados glomérulos, los cuales son capaces de detectar compuestos que se basan en componentes de olor humano, razón por la cual van en busca de personas y no de animales.
Dichos compuestos químicos fueron hallados en los mosquitos conocidos como decanal y undecanal, los cuales tienen bastantes características para localizar olor humano.
Los autores de la investigación realizaron pruebas con participantes que no vistieran ninguna prenda; esto con el fin de no entorpecer la operación ya que había podido arrojar un olor diferente al de humano.
Asimismo acomodaron varios animales para la comparación de la muestra.
“La simplicidad nos sorprendió”, dijo McBride; según reseña Science Daily.
“A pesar de la complejidad del olor humano y del hecho de que en realidad no tiene ningún tipo de compuesto específico para humanos, los mosquitos han desarrollado un mecanismo sorprendentemente simple para reconocernos.”
Y añadió:
“Para mí, es una historia evolutiva: si creó una prueba estadística para diferenciar el olor humano, sería muy complejo, pero el mosquito hace algo notablemente simple, y lo simple generalmente funciona bastante bien, cuando se trata de evolución”, concluyó la autora de la investigación.