Una talentosa cerdita ha acaparado la atención de millones de personas por sus habilidades para pintar, hasta el punto de que ha sido bautizada como Pigcasso como un guiño al arte y al pintor español Pablo Picasso.
El animal ha plasmado su arte con brochas impregnadas de pintura que sujeta con su boca para hacer sus mejores pinceladas en los cuadros. Además, recientemente hizo una obra que para muchos es un homenaje a Ucrania.
La solidaridad aparentemente manifestada por Pigcasso quedó expuesta en un lienzo que ha pintado con los colores de la bandera ucraniana (azul y amarillo). El animal dibujó una cara infeliz en color rojo rodeada por los colores del país invadido, algo que fue calificado como simbólico.
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Sin embargo, esta cerdita alcanzó la fama hace unos años y ha cautivado a millones de personas a través del mundo con su historia.
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Pigcasso tiene su propia galería de arte en una granja en Sudáfrica, la cual es dirigida por su orgullosa dueña, Joanne Lefson.
“Fue un momento muy profundo para mí cuando Pigcasso eligió el rojo para dibujar una cara infeliz porque es el color de Rusia. La cara infeliz también simboliza la guerra y la devastación que se está presentando en Ucrania”, indicó Lefson.
Son tan grandes sus dotes artísticos, que este animal ya ha vendido decenas de cuadros a través de Internet y recientemente vendió un retrato del príncipe Harry por 2.727 euros.
Un talento rescatado
La historia de este animal se remonta a 2016 cuando esta cerdita fue rescatada por la fundación Farm Sanctuary South Africa antes de morir sacrificada cuando todavía era una bebé.
Esta organización fue fundada Joanne Lefson en Sudáfrica y desde entonces buscaron la manera de entretenerla porque “los cerdos son animales muy inteligentes”.
Antes de descubrir las habilidades artísticas del animal, la mujer le dio algunos balones de fútbol, pelotas de rugby y unas brochas que se habían usado en la obra de esta granja.
“Se comió o destruyó todo a excepción de esos pinceles”, detalló su dueña a los medios de comunicación.
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De esta forma, Lefson vio esto como una señal artística del animal y por eso decidió aprovechar ese aparente interés poniéndole pintura no tóxica para niños y el resultado la dejó completamente sorprendida.
Con el paso del tiempo, la cerdita fue desarrollando cada vez más su habilidad para pintar y pasó a llamarse Pigcasso. Además, aprendió a firmar sus obras imprimiendo su hocico en el papel con la pintura.
Finalmente, Pigcasso ya es toda una celebridad en el mundo del arte y junto a su dueña ha logrado vender sus obras por miles de dólares a través de Internet para ayudar a recaudar fondos para la fundación que le salvó la vida.
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