Una particular pasajera se llevó toda la atención de un vuelo desde Hong Kong hacia Turquía: se trata de Fifi, una perrita que viajó junto a personas en primera clase.
La cachorra de raza Golden Retriever se viralizó en Tiktok, luego de que su dueña compartiera un video de cómo Fifi viajaba con todo el confort que caracteriza a esta categoría en los vuelos.
En el audiovisual, Helen, la dueña de la perrita, tuvo la oportunidad de documentarla mientras la Golden daba una rica siesta acostada en una gran butaca, arropada con una cobija y con sus patitas por fuera de ella, como si se tratara de una persona.
Sin duda, la perrita se convirtió no solo en la sensación del viaje, sino también, de las redes sociales, donde recibió tanto comentarios a favor, como críticas. Y donde, hasta el pasado domingo, ya aculaba más de 15 millones de reproducciones en total.
Fifi disfrutó de una buena siesta
Durante su vuelo a Estambul, Turquía, desde Hong Kong, Fifi durmió de lo más cómoda, pero también tuvo momentos de disfrute del viaje en donde se le ve sentada tranquilamente en su butaca.
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Helen no especificó cuál fue la aerolínea que le permitió hacer su recorrido junto a Fifi en la más alta categoría de vuelos. Sin embargo, ella misma contó en su post algunos detalles del viaje.
Según dijo, viajar en primera clase junto con su perrita tuvo “sus pro y sus contra”. En cuanto a los factores positivos aseguró que, tanto el personal de los aeropuertos como la tripulación, fueron muy amables con ellas. También, que el avión era lo suficientemente espacioso para ambos y que las paradas contaban con inodoros para mascotas.
Sobre los contra, resaltó que hubo aduanas que cobraban extra por llevar animales y que las escalas no eran muy prácticas para un perro.
Reacciones en las redes sociales
Los internautas no pudieron evitar reaccionar ante el cómodo y lujoso viaje de Fifi. De manera jocosa una usuaria comentó que le gustaría estar en el lugar de la mascota.
“Quiero ser millonaria solo para eso”, escribió; “¡Este perro tiene mejor vida que yo! Se lo merece”, comentó una segunda usuaria.
Otros, en cambio, cuestionaron que con lujos como esos se podría ayudar a las personas más necesitadas.
“No vengo a odiar, simplemente crecí en el lugar donde el costo de un perro en primera clase podía alimentar a un par de cientos de niños hambrientos, conseguirles ropa limpia y, tal vez, literalmente salvar sus vidas, así que ver esto es difícil para mí”.