Un perro traumatizado que estuvo varios años sin ladrar y mover su cola por cuenta de su complejo pasado, ha sorprendido al recuperar esas condiciones tras la terapia realizada por su nuevo dueño.
Scooby fue rescatado luego de que sus anteriores propietarios lo usaran para peleas callejeras con otros perros en California. Luego fue llevado a un refugio en donde duró más de un año.
Sin embargo, nadie quiso adoptarlo porque pensaban que era un animal agresivo y que difícilmente se adaptaría a una vida doméstica.
El futuro de Scooby no era para nada prometedor, como sucede con todos los perros de razas estigmatizadas; pero un ángel de la guarda llegó para darle una nueva oportunidad de vida.
Un hombre llamado Chris adoptó a Scooby en 2016 tras conocer su historia y enterarse que podía ser sacrificado por cuenta de un caso judicial, ya que nadie quería adoptarlo por su difícil historial.
“Cuando lo encontré estaba pasando por un momento difícil. Yo estaba como, ‘Necesito compañía y este perro necesita ayuda’. Fue perfecto”, explicó el hombre quien para ese entonces enfrentó la muerte de su padre.
Una compleja rehabilitación
Este hombre notó que la actitud del perro era muy nerviosa y no se ponía feliz con nada de lo que él hiciera. El hombre inició una terapia para rehabilitar a su nueva mascota sin pensar que esto le tomaría muchos años.
Los expertos le dijeron que Scooby era un perro completamente traumatizado y por eso no confiaba en ninguna persona o mascota.
A pesar del complejo escenario, Scooby se fue adaptando poco a poco y mostró confianza hacia Chris, quien incluso tenía que celebrarle sus travesuras para que se sintiera cómodo.
“Hubo dos o tres años sin sonido. Yo estaba como ‘amigo, tenemos que cambiar esto’. Esa es una de mi cosas favoritas de él. Su voluntad de hacer eso y cambiar”, destacó Chris.
El hombre le dedicó unos seis años rehabilitando a su mascota y aseguró que tuvo que enseñarle a comer golosinas y ladrar de nuevo haciendo aullidos junto a él para alentarlo a emitir este sonido.
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El entrenamiento fue bastante complejo porque Scooby estaba muy afectado emocionalmente, pero a la vez necesitaba aprender a comportarse dentro y fuera de su nuevo hogar.
Después de intentarlo, el perro empezó a dar sus primeros ladridos y le confirmó a su dueño que era muy feliz porque no dejaba de mover su cola.
De esta manera, este perrito logró superar su traumático pasado luego de seis años de terapia y ahora solo quiere disfrutar de su nueva vida en su nuevo hogar.
“Scooby estaba completamente encerrado cuando lo encontré y estaba emocionalmente roto. Solo necesitaba que lo ayudaran un poco”, concluyó el hombre.
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